Consiste en aplicar al enfermo pequeñas dosis de sustancias activas, todas, sin excepciones, producidas por la misma naturaleza.
La Homeopatía difiere en parte de la medicina alopática, pues el médico homeópata, contrariamente al médico tradicional, siempre considera que
la enfermedad no es tanto la causa o el agente productor, sino la forma de darle cauce.


Esos mecanismos de defensa dependen del complejo sistema formado por nuestro organismo, que reacciona de una u otra forma, generando síntomas diferentes de acuerdo a múltiples factores.
Y en definitiva, esos síntomas, generados por nuestro propio organismo, son los que finalmente definen a nuestra enfermedad y en ellos se basa el médico homeópata para diagnosticar y curar.
Resumiendo, concluimos diciendo que la Homeopatía es una terapia natural, no tan sólo por las fuentes de las que se obtienen sus medicamentos, sino por la forma de acción de esos mismos remedios, que estimulan directamente aquellas defensas que nuestro propio cuerpo ya había puesto en funcionamiento.
Por todas estas consideraciones, podemos decir que la Homeopatía
se ha erigido actualmente en el tratamiento más indicado para muchas de las dolencias y trastornos más comunes (y no tanto) de infinidad de niños,
jóvenes y adultos.
Ante cualquier temor o incertidumbre, no dude en consultarnos: coordinaciondetrnos2@gmail.com
coordinaciondeturnos@camposdesalud.org
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